Pues la otra vez estaba platicando con amigos y amigas, normal, y una de ellas que me cae muy bien, dijo: pues de hecho yo soy bisexual. Y yo así de ¿en serio? ¡Genial!
No hay mucho qué decir de esto, sino que en ello se demuestra que no soy el único de mi salón, ni con el tipo, ni con la tipa, ni con esta. Quién sabe... Yo solo sé que me voy siempre con la mentalidad de que diario veo a una persona no heterosexual -sin referirse al espejo-. Y aún más en el grupo. En la secundaria, todos (o casi todos) diciendo que es una confusión, ¿recuerdan? Yo sé que no era el único, y después irán saliendo, y me recordarán, de seguro se arrepentirán.
Digo, está bien que uno no quiera reconocerse al mismo tiempo que los demás, pero como ya han dicho varios, tampoco es para echarle tierra a los que ya lo hicieron. Todos somos humanos, todos y heterosexuales y gays, y los gays abiertos y los gays escondidos. No hay por qué echarse tierra.
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