lunes, 19 de noviembre de 2012

Aprendizaje divertido

Esto es en realidad entretenido, a mi parecer. El otro día fui a pasearme por ahí, y cuando iba de regreso agarré un camión, o bien, microbús. Antes de subirme vi a un chico viéndome desde su asiento, dentro del camión. Cuando subí y pagué mi pasaje, me siguió viendo. Me fui hasta atrás.

He leído un par de entradas de blogger sobre coqueteos en transporte público, pero no se hable del metro, que es otro rollo totalmente. Recuerdo de un tipo que decía que primero da una mirada a todos los que están, y ve quién lo ve y cómo lo ve. Una sonrisa, y si es respondida, se acerca a hablarle a aquél fulano.

Pues bien, yo estaba sentado atrás del tipo guapísimo que me vio, y en un par de ocasiones hizo un gesto como de querer verme pero voltearse porque yo lo estaba viendo. Y me he topado ya con bastantes chicos lindos en el camión como para no hablarle a este y perder la oportunidad de abandonar la duda. Y estaba muy guapo físicamente, no dejé de pensar intensamente en hablarle como por diez minutos. En mi mente ya estaba la línea para hablarle, no había ningún "pero" sustancioso, pero vaya que esos nervios. Pensé en una amiga muy alocada y muy aventada. Me estaría regañando en ese momento por acobardarme.

Entonces el transporte llegó a un lugar donde casi siempre sube mucha gente, y ni lo pensé: me paré y me senté a su lado. El tipo muy indiferente, metido en su mundo con sus audífonos. Y le hablé. Tenía un peinado muy genial, y yo tenía esa duda.

Yo: oye, disculpa. ¿Con qué te peinas?
Él: con cera, ¿por?
Yo: ¿pero de cuál? Esque compré una pero está muy fea, es como un gel diluido.

Total, me dijo la marca, dónde la compró y a qué costo, y me dio un consejo para usar la mía. Le pregunté su nombre (que aclaro para los curiosos: Raúl), le dije mi nombre, y nos fuimos platicando. Intercambiamos domicilios (no exactos, claro), escuelas, intereses y demás. Estuvimos platicando, y luego me preguntó otra vez de la cera. Y yo con el pensamiento de oh, volvemos a lo mismo.

Conforme fuimos platicando, me percaté de varias cosas. Yo lo veía pero el me volteó a ver sólo un par de veces, bostezaba y hablaba al mismo tiempo en varias ocasiones (que a mí no me agrada mucho), hablaba de carros, y me dijo que mejoraría su promedio para poder estudiar lo que quiere estudiar, pero para el nivel en el que está, es demasiado tarde para andar diciendo eso. Digo, en persona pensante, no era acorde conmigo. Pero vaya, que lo veía y me encantaba, con todo y sus pestañas. Era un amor de un día realizado, ya le estaba.

Pero, un gran pero. Me preguntó: ¿y tienes novia? Y seré sincero, sentí una punzada en el estómago. Pensé en decirle de mi sexualidad, pero bueno, simplemente le respondí que no. Le pregunté respecto a él, y me dijo que sí. Venga, descubrí lo que quería. Y luego me comentó que en su escuela (de paga) hay mucha chica guapa, y le dije que tenía sentido porque era de paga (valga la redundancia). Por demás, no tuve que fingir nada excepto eso. No dije que en mi escuela hay muchas chicas guapas ni que estoy enfocándome en mis estudios ni alguna otra excusa que dijera otra cosa que no. Simplemente le contesté a su pregunta.

No sé por qué rayos me estaba viendo, si por los volcanes (granos) de mi cara, o por mi ropa, o por qué, pero para que vean que siempre hay un gran margen de error, y en sentido inverso también. Me sentí feliz ese día porque vencí mis nervios, me quedé sin duda y sin compromiso sustancioso jejej. Es divertido hacerlo, lo haré más seguido. ¡Hay que vivir la vida!

martes, 13 de noviembre de 2012

De Darwin, Leakey y Wilson

Pues hace poco (y sin hacer alarde) terminé de leer la obra de Darwin, la que se imprimió en 1982. En realidad, ni tanto Charles Darwin ni Richard E. Leakey como Edward O. Wilson influyen en esto. La introducción en esta edición la escribió el segundo, y es bastante denso porque habla también ya de ciertos temas avanzados, y no es simplemente una introducción.

Sin embargo, recuerdo haber leído algo que me llamó bastante la atención, que ni olvidé en qué página estaba. Leakey habla de Wilson en la página XLIV (44) de la introducción, en donde habla de una interrogante, si los valores humanos están basados en nuestros genes. Edward O. Wilson, biólogo de Harvard, habla de la sociobiología. Sus ideas han sido muy criticadas. Dice que algunas ideologías o actitudes son tan universales, que no se pudieron haber transmitido por las culturas. Habla por ejemplo del rechazo al incesto (porque bien se sabe que hasta en las plantas, la autopolinización o polinización de genes muy similares, da una descendencia menos vigorosa), de la fidelidad y del coqueteo. Claro, para los que querrán emprender esta investigación, tendrán que buscar gente imparcial y de mente abierta.

Recibió críticas en cuestionamientos respecto a la comparación del humano con el animal, y muchos dicen que eso es muy inverosímil (aprendí una que otra palabra con el libro, me siento especial jajaa). Pero a mí me parece muy ilógica la gran división del hombre con el resto de los animales, por el uso de la razón. Se sabe que los animales superiores son los mamíferos, y se podría considerar que estos son los más avanzados en la escala de la evolución. Claro, no se puede afirmar, porque también hay animales que han evolucionado en una forma retrógrada, merced de condiciones de vida más simples y órganos en desuso.

Ok, pero suponiendo que así es, y que nosotros humanos somos los más altos en la escala, hay que recordar que no somos los únicos mamíferos, por lo que hay seres similares a nosotros. En esto entra el sistema natural (de clasificación), que es una mera genealogía que pone a grupos subordinados a otros grupos. ¿A qué voy con todo esto? El mono es muy similar a nosotros, y si desapareciéramos, quizá ellos evolucionarían en cierta forma humana. Y podríamos seguir así retrocediendo en la escala evolutiva, aumentando el lapso necesario para la transformación a humano.

Me refiero a que me consta que muchos animales piensan, y me consta. Cuando estornudo, mi gato me dice salud, le doy las gracias y me dice de nada. No, no me drogo ni estoy borracho, sino que lo dice con maullidos. También cuando lo regaño por andar haciendo cosas malas (como treparse al borde del balcón), él me entiende, por lo que veo en su cara -justo acabo de estornudar y sucedió jejee-. Y si eso no basta, como ya sabe que eso está mal, cuando está ahí trepadote y me ve viéndolo, se baja enseguida y corre a esconderse para que no le diga nada. A mí me consta, y que lo crea el que quiera. ¿Por qué voltea cuando le digo su nombre?

Gente que tiene mascotas, en algún punto sabrá a qué me refiero. Y ahora haré algo que es casi contra mi voluntad, pero ciertamente está constante en mi mente. ¿Recuerdan a mi maestro de secundaria, el de carpintería? Si nunca mencioné las discusiones que tuvimos, es porque eran realmente carentes de sentido, tanto de él como de mí. Ya explicaré.

Recuerdo que le comenté que la homosexualidad se daba entre animales, y él venía con eso de que no nos podíamos comparar. Claro, el muy inteligente luego iba y nos comparaba con partículas de cargas opuestas, porque se atraen, y si son iguales, se repelen. No nos podemos comparar con animales, de los cuales venimos, pero sí de partículas carentes de vida y de todo, excepto nombre y carga. Pero estoy divagando. Él hizo un comentario donde mencionaba un estudio (quién sabe si real o no), en donde se comprobó que cuando la población de ratones aumentaba, surgían estas conductas de homosexualidad. Repito, no saco de ningún experimento, ni libro, ni nada, sino de un comentario de alguien que deja mucho qué desear.

Pero llama la atención. Hay sobrepoblación humana, que creo que es el triple de lo que el planeta debería de tener (otro comentario de otro fulano). Hay dificultad para obtener alimento y agua en bastantes áreas, aunque muchos de nosotros no lo consideremos. Y recuerdo que en mis días de clóset total, que pensaba en que nosotros ayudamos a la humanidad, mientras no producimos humanos de más (excluyendo la inoculación de sperma en vientres prestados, o semen donado, en caso de las lesbianas). Bastante curioso, ¿no? A mí, esto me parece impresionante. ¿Será que si la población disminuye, la homosexualidad también lo hará?

También publicado en: www.stanorquistan.blogspot.com

En la próxima entrada les explico por qué yo carecía de sentido y hablaremos un poco de la bisexualidad natural. Espero que les haya gustado.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Más allá de lo superficial

La otra vez estaba leyendo otro blog ( www.laputarealidad.net ), muy bueno, por cierto, y me di cuenta de algo. Me pregunté si yo soy superficial, sobre todo si uso mucho la palabra guapo, o guapos.

Ciertamente lo superficial ocupa gran parte de mi mente y de una buenísima amiga mía (¿será hormona recién liberada? ¿acaso está ligada con la salida del clóset?), pero yo no determino a un novio por esto mismo.

Digo, a veces pienso en la diferencia entre la secundaria en la que estuve y la prepa en la que estoy, y es enorme, tanto intelectual como física, y a veces pienso que merezco a un chico guapísimo que me enamore locamente. La otra vez vi a un moreno súper atractivo en una plaza comercial, y fue lo que me llevó a ese pensamiento. Pero vamos, que esto es para aquel chico de una relación meramente carnal, o si es compatible en sentido de personalidad conmigo, para matrimonio. Pero yo creo que en matrimonio se verá más un enamoramiento intelectual que físico, y eso llevará en cierta forma al enamoramiento físico. Tal y como las mujeres del pasado que eran casadas a decisión del padre, y terminaban bien enamoradas.

El chico con el que una vez fui a un lado (no detallaré) no era muy atractivo físicamente. En parte sí, pero no para tanto, pero me cayó bien y en cierta forma habíamos congeniado, y en un par de ocasiones me hizo sentir casi enamorado. Simplemente hubo una situación del destino que no conviene agregar aquí. Me refiero a que con él sí había una congenialidad emocional.

¿Recuerdan al chico ex-homofóbico? ¿Qué se puede esperar de un homofóbico o ex-homofóbico? Lo mismo que en la gran mayoría de los pro LGBT, pero esto lo veremos en otra entrada. Cuando alguien es homofóbico, te dice mucho de la persona que es. Y realmente, alguien que está tratando de cambiar esa homofobia, en el "está tratando" te dice que aún es homofóbico, y el que es homofóbico, lo es sin importar el nivel que tenga de homofobia, valga la inmensa redundancia.

Al principio, cuando me presentaron a este chico, me pareció carismático por su sonrisa y por su corte de cabello, aunque también medio guapo (aquí lo vemos). También su forma de hablar como que evoca algo atractivo en él. Ok, perfecto. Está bien que quiera cambiar su homofobia, pero creo que viéndolo con un cristal más claro, en realidad eso es valerse de un pretexto para no ser rechazado por nosotros gays. Al menos yo así lo veo.

Pensemos en mi maestro de carpintería, que decía que no era homofobia ni nada de eso, sino que simplemente no materializa la posibilidad de que él bese a otro hombre, si es que la maestro ése se le puede llamar hombre. Sin embargo, vi claramente que lo que él padecía era una homofobia increíblemente arraigada. Y lo mismo sucedió con mi maestra de español de la secundaria (de lo que les hablaba, porque un alumno aprende de los maestros no sólo la materia, porque se le ve como maestro bien instruido), sólo que ella se valía de pretextos diferentes.

Cuando alguien dice: tienes que disculparme/comprenderme, porque tengo una educación homofóbica desde chico (que no te lo dirán usando esa palabra que tanto ando repitiendo), en realidad (a mi parecer) te están diciendo que no quieren cambiar, pero con el pretexto de que les es difícil cambiar.

Vaya, me distraje y perdí el hilo del pensamiento. Digo, si quisiera en verdad cambiar, se tragaría toda clase de expresión que quisiera hacer en contra de gays, y buscaría meterse en el círculo para acostumbrarse. No estoy diciendo que este chico me dijo algo, en absoluto. Cuando de plano vi que el tipo estaba hueco mentalmente, fue cuando lo vi de lejos y lo saludé, y me hizo "la Britneyseñal", con una sonrisa como la de un niño cuando ve a la jirafa en el circo, con un ligero toque de agresividad.

Seré sincero, y me avergüenzo: le contesté en mismo tono la seña. Y otra vez, pero en la segunda vez ya sentí que eso era ir en contra de mi persona, como que eso no armonizaba conmigo. Ya a la tercera vez que lo hizo, simplemente lo vi con una mirada seria como con un ligero enojo, y me volteé. Es en verdad muy barato, o prosaico si prefieres, hacer ese tipo de señas, al igual que la puesta de apodos y esa clase de cosas que mucha gente hace.

Este tipo, al ser homofóbico obviamente queda descartado para pareja. Suponiendo que me hago amigo de él, en realidad sería algo fastidioso, puesto que esa clase de personas fácilmente dice groserías y vulgaridades, en pos de entretenerse cual regocijo en la ignorancia del mal que puede causar ser ignorante. Ando iluminado hoy, ¿eh?

A mí en realidad no me agrada este tipo, al cual conocí por medio de unas amigas. Recuerdo estar hablando con una de ellas, que me decía que él tiene algo muy atractivo, algo como provocador. En realidad, la cara no tanto, pero tiene buen gusto para vestirse. Sin embargo, en el cerebro, nada para mí; sólo para alguien que sea tan (y perdónenme por tal expresión más direccta) ignorante como él, para encontrar su forma de ser no molesta, sino afín. Ahí se ve que no tengo enlaces superficiales.

¿Y qué? ¿Acaso no ser superficial significa hablarle a cualquier chico que me encuentre? Tampoco, porque a un chico con el cual congenies intelectualmente, no lo descubrirás físicamente. Cuando te presenten a varios amigos, sabrás quién te agrada y quién no. Y supón que le gustas a un chico que no te conoce, pero que él no te gusta físicamente. Que te hable y se quieran, que congenien, está perfecto. En este caso, yo niego a cualquier chico que no haga un esfuerzo por hablarme, aunque suene muy  refinado.

Recuerdo al chico que tanto amé por un tiempo que conocí en la calle, no porque me lo presentaron, sino porque me presenté. Aunque, en realidad, este tipo también tenía hábitos muy prosaicos, pero pues sucedió en la secundaria, en ambiente diferente. A la par de éste, a veces veía pasar a un tipo que en un 99% le gusto, según yo, porque la forma en que me veía era muy declaratoria. Incluso una amiga se dio cuenta de eso al instante. Nunca me habló. Desde hace mucho tiempo no lo veo, pero hubo buenas ocasiones para que me hablara, y compáreselo conmigo, que sí le hablé al chico que me gustaba, adelante.

No pretendo hacer alarde de gran valentía, sino que se haga un esfuerzo. Recuerdo del chico que me habló nada más por facebook (creo que les he contado), que nunca nunca nunca me ha hablado en persona, ¡y me ve de lunes a viernes! Por favor, que yo quiero a alguien con pantalones, no a alguien conformista, mediocre y desganado. ¿Demasiado exigente? Por algo ando soltero, y no pienso bajar mis expectativas, porque tener novio no me urge en absoluto, y no iré con un chico sólo por no estar solo, ni tampoco porque soy conformista, ni porque me andaré con cualquiera sin importarme nada de nada. Si no tiene intelecto, el físico no me importa sino para pasar el rato con un poco de humor. Si no tiene físico, da lo mismo que si no tiene intelecto.